Hay cosas que suman o restan en tu chamba sin importar el número de ceros que tenga tu cheque.
Existe otro tipo de salario, igual o más importante que el económico y que afecta cañón las ganas con las que vas a trabajar y tu salud mental, se llama: ¡salario emocional!
Un un ejemplo, imagina que estás buscando empleo y tienes dos ofertas; en una te ofrecen 8,500 pesos y en la otra, 10,500 pesos mensuales, ¿cuál eliges? La respuesta parece muy obvia, peeero considera que en la primera oferta tienes beneficios que en la segunda no, como horarios flexibles, home office, días libres y oportunidad de crecimiento. ¿Te sigue pareciendo una decisión sencilla? Aunque no siempre somos conscientes de si tenemos un salario emocional, existen algunas señales que te permitirán identificar si estás recibiéndolo.
Señales de que tu jefe te da salario emocional
Llegada puntual
Si todavía no es hora de entrar y la mayoría de los colaboradores ya llegaron, significa que no les pesa su trabajo.
Creatividad imparable
Cuando las ideas para mejorar o innovar aparecen sin mucho trabajo, es señal de que están en un ambiente sano.
Hay pocas quejas y una sana retroalimentación
Un líder que cuida a su gente reconoce los aciertos en público, y otorga retroalimentación en privado, hace que su equipo sea más productivo, la gente que recibe retroalimentación asertiva corrige inmediatamente.
Espacio para una pausa
Se disfrutan con toda confianza los servicios básicos y aparatos electrónicos para alimentos y cafetería, sin temor a que te vayan a regañar.
Buscan capacitación constante
Se reciben propuestas para tomar nueva información a través de seminarios, cursos y talleres, y la empresa está dispuesta a considerarlo.
Tu chamba debe ser un vehículo que te motive a crecer y te permita convertirte en una mejor versión de ti.
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